Entornos colaborativos

La escuela debe trabajar desde la prevención y encauzar su labor hacia la búsqueda de una educación de calidad para todos. En éste contexto debemos hacer partícipe a los jóvenes, posibilitarles ser actores estratégicos de su propio desarrollo, generándoles espacios de escucha, de expresión constructiva de trabajo compartido y afectivo, donde la comunidad adquiere y comparte un rol activo en sus perspectivas futuras. En un verdadero trabajo colaborativo.
Existe un punto de inflexión donde la aceleración de la tecnología produce cambios socio- afectivos que se traducen en oportunidades para todos y en este caso puntual me voy a referir a la introducción de las nuevas tecnologías en los entornos educativos, que si se logra entender sus beneficios y limitaciones sería de un beneficio que lo describiría como maravilloso.
Estas tecnologías pueden crear entornos tecnológicos generacionales dando la posibilidad de ser usados para favorecer el desarrollo físico, social afectivo e intelectual, dejando de lado actitudes autoritarias y violentas de parte de algunos actores educativos, pero sin perder y sin confundir el valor como autoridad que representa el docente siendo su referente en el trabajo diario, de la norma que hace al trabajo cotidiano crear un clima de respeto y de dialogo y porque no de diferencias a superar.
Bien certeras son las palabras de Poul Watzlawik, quien expresa que “…estamos determinados mediante las propiedades del sistema al que pertenecemos, pero también estamos en condiciones de poder intervenir de modo autónomo y de generar cambios….” Dándole cabida a los jóvenes como actores estratégicos de su desarrollo, generándoles espacios de escucha, de expresión constructiva de trabajo compartido y colaborativo, donde la comunidad educativa adquiere un rol activo en sus perspectivas futuras.
A esta altura, no se puede negar que las tecnologías son un punto de apoyo para los profesores, usado como recurso didáctico capaz de ser utilizado para alcanzar su máximo desarrollo cognitivo, social y afectivo, evitando la fragmentación disciplinar y la escisión del propio sujeto.
De modo que los contenidos recojan demandas y problemas socio comunitario con el aporte de diferentes disciplinas encontrando en éstas herramientas tecnológicas un soporte capaz de proporcionar mayor igualdad en los procesos de enseñanza aprendizaje y en los procesos de socialización del conocimiento, buscando dar respuesta a problemáticas actuales y emergentes de exclusión social.
La creciente demanda a la escuela de ocuparse de temas críticos o problemáticos para la vida social, busca una nueva oportunidad en estas nuevas herramientas tecnológicas porque las tics son respetuosas con la diversidad adaptándose a las demandas personales tanto como de la cotidianeidad que atañe a su comunidad, como la salud, la discriminación, la interculturalidad, el género, los valores, los derechos humanos, el medio ambiente, etc. Tienen tal connotación que hacen que la utilización de las tecnologías de la información se incorpora como parte rutinaria en la vida diaria posibilitando achicar la brecha en términos de desigualdad y avanzar en el ejercicio de los deberes y derechos en la vida cotidiana transformando a la escuela en un ámbito de intercambio entre profesores, alumnos y padres.
Estos temas entonces pueden ser abordados en proyectos que utilicen entornos de aprendizaje que generen un clima de encuentro y sobre todo propiciar las capacidades básicas de retención, comprensión y uso del conocimiento común, conocimiento generador de éstas capacidades, meta de toda educación escolar.
Es importante entonces, destacar que la incorporación de estos entornos tecnológicos a los tradicionales entornos educativos crea redes sociales capaces de describir como un sistema de elementos Inter. E intra relacionados que comprenda la organización del espacio dentro del aula y fuera de ella, lo que supone mejorar la capacidad de percepción de expresión de ideas, de análisis, explicación, de manipulación de materiales diversos, incorporándole necesariamente en éstos tiempos haciendo uso de los nuevos instrumentos de aprendizaje que favorecen éstos climas de trabajo utilizando nuevas herramientas tecnológicas y compartiendo recursos, tareas, socializando trabajos y logrando indudablemente alumnos mucho mas motivados.
Si bien éstas posibilidades recién se están incorporando al trabajo en nuestro país, el avance en su uso en los procesos de enseñanza aprendizaje es sostenido y está logrando un alto impacto en los docentes que van conociendo sus beneficios como recurso didáctico, que acompaña la labor diaria desde lo social, desde lo afectivo y desde lo tecnológico.
En el caso de los alumnos al trabajar en entornos mas flexibles y abiertos de aprendizaje , le exigirá el desempeño y adquisición de nuevas competencias, superando el papel pasivo, la mera repetición y memorización de la información, desenvolviéndose en otros mas significativos para la resolución cognitiva de problemas, la reflexión de la información, el control activo de los recursos de aprendizaje puesto a su alcance para su organización y disposición en un itinerario formativo propio y la adquisición de una actitud positiva para la intervención “con y desde la tecnología”.
La adquisición y movilización de éstas destrezas y habilidades le servirán para desenvolverse en éstas tecnologías, en las instituciones educativas y más significativo aún, para desenvolverse en “la sociedad del siglo XXI”, que como se viene procesando será una sociedad del aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Generar entonces en la escuela un entorno educativo que incorpore la tecnología adecuada, donde se convierta en un lugar de encuentro que facilite la comunicación y el intercambio de ideas, conocimiento y habilidades, en un verdadero trabajo colaborativo.